Mi bosque


Hacía mucho tiempo que no vivistaba mi bosque, las lluvias le han caído bien, la alfombra de musgo verde tupido e intenso lo han cubierto todo creando lugares tan cómodos como para sentarme a leer por horas o acostarme a mirar las estrellas. 

También está bien provisto de frutos rojos y honguitos, agua fresca acumulada en las hojas y el delicioso aroma a pino y plantas silvestres que lo perfuman todo. 

Cerré los ojos y llegué a este bello claro en una montañita a donde nadie más puede llegar y que me mantiene a salvo, Lilus vino conmigo, está recostada a mi lado descansando también. 

Aquí hay serpientes, tarántulas y otras arañas pequeñitas que se trasladan dando gráciles saltitos, hay roedores, saltamontes, aves de muchas especies incluyendo grandes lechuzas y trabajadores carpineros.

Hay conejos que me comparten de sus características para que duerma calientita, para defender la ternura, así que me crecen los pies y un bello pelaje grisaceo, unas orejas largas que cuelgan a los lados de mis mejillas.

Así en mi versión antropomorfa me siento más cómoda y tranquila, mirando el cielo tapizado de estrellas, observando esa bóveda lejana, oscura, profunda, ese símbolo de mi hogar. 

Estoy en paz, protegida y agradecida, muy agradecida: he vuelto a mi bosque y es más bello que nunca. 

Ilustración:"Bosque" óleo y granito sobre lienzo de Genoveva R. Moncada

Comentarios

  1. Gracias, leerte siempre es un deleite a los sentidos

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  2. ¿Dónde está ese bosque tan bello? Mi entorno también es verde y si profundizo en él encuentro meadas, mierda, compresas, plástico, envases de hojalata y preservativos llenos de vida no nata.

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